El 22 de junio es una fecha inolvidable para el malaguismo. Hoy se cumple un año del ascenso del Málaga CF desde la Primera RFEF a LaLiga Hypermotion en Tarragona, donde el conjunto de Sergio Pellicer logró un heroico empate a dos tras ir perdiendo por dos goles ante el Nastic. Tras clasificarse para el play-off y eliminar al filial del Celta de Vigo en semifinales, el conjunto malagueño se plantó en la final venciendo al equipo catalán en La Rosaleda por 2-1 con dos goles de Roberto. En el partido de vuela definitivo, Alan Godoy anotó el 1-0 que llevó al partido a la prórroga, en la que Gorka Santamaría logró aumentar la diferencia poniendo el 2-0 en el minuto 94. Lograr una remontada ya era toda una hazaña, pues el Málaga necesitaba lograr dos goles. Pero el equipo de la Costa del Sol no bajó los brazos y en el minuto 108 Dioni conseguía el 2-1 que daba esperanzas a los de Sergio Pellicer. El Nastic hizo todo lo posible para que se jugara lo menos posible y el resultado acabara así, pero el fútbol tenía reservado un final distinto a la eliminatoria y cuando todo parecía perdido, en el minuto 122, Antoñito Cordero acertaba a empujar la pelota y colocar el 2-2 que a la postre significó la vuelta del Málaga CF a la categoría de plata, al fútbol profesional.
Málaga vivió una noche inolvidable celebrando un ascenso que parecía ya imposible, las calles de la capital de la Costa del Sol se llenaron de colores blanquiazules y la afición recibió a sus jugadores como auténticos héroes en el aeropuerto. Es un ascenso que quedará para siempre en el recuerdo del malaguismo. Ahora, tras una temporada en la que el objetivo era mantener la categoría en LaLiga Hypermotion, la afición malaguista espera que su equipo pueda consolidarse y aspirar a más. En la mente de todos está poder contar con un equipo que pueda alcanzar los play-off o incluso el ascenso directo para volver donde se merece estar la afición, el club y la ciudad, en la Primera División. De momento, la situación administrativa del club de Martiricos lastra sus posibilidades, pero la esperanza y la ilusión siguen intactas. Sea en la próxima temporada o más adelante, Málaga y su afición quieren vivir otro ascenso que devuelva al equipo donde se merece estar, en la máxima categoría del fútbol nacional.
