El Málaga Club de Fútbol comenzó sumando un sufrido punto en el estreno liguero en La Rosaleda ante un complicado Eibar en una calurosa tarde en Martiricos. El técnico Sergio Pellicer alineó de inicio a Alfonso Herrero; Puga, Pastor, Montero, Víctor; Luismi, Izan Merino; Larrubia, Dotor, Lobete y Niño.
Comenzó el choque con un Málaga decidido buscando la meta contraria con Lobete como protagonista por la izquierda. Al cuarto de hora llegó el primer contratiempo para los blanquiazules en un choque entre Javi Montero y Luismi, que obligó al mediocentro gaditano a dejar el césped siendo trasladado consciente al hospital. Su puesto lo ocupaba Dani Lorenzo, retrasando su posición inicial Carlos Dotor. Lo siguió intentando el conjunto malaguista con una incursión de Puga por el flanco derecho que concluyó con un disparo rechazado a córner por Magunagoitia. Apretó el Málaga, llegando a embotellar por momentos a su rival eibarrés. Larrubia e Izan Merino lo intentaron sin fortuna antes del descanso, al que se llegó con el empate inicial.
Pellicer dio entrada a Murillo en lugar de Puga. En la reanudación el equipo de Beñat San José salió con más fuerza y logró adelantarse en el marcador en el minuto 52 con un centro de Garrido al segundo palo que remata Martón cruzado batiendo a Alfonso Herrero. Reaccionaba Sergio Pellicer con un doble cambio, se marcharon Dotor y Lobete, dejando su puesto a Joaquín Muñoz y Chupete. Apretó el conjunto blanquiazul realizando una presión alta que provocó el error defensivo del conjunto armero y Adrián Niño, sin pensárselo dos veces, conectó un trallazo hasta el fondo de las mallas. Golazo del ariete gaditano para hacer estallar de alegría a La Rosaleda con el primer tanto de la temporada para los malaguistas.
Tras el gol del empate el partido se rompió llegando alternativas en ambas áreas. Tuvo que emplearse a fondo la defensa malaguista salvando el segundo tanto del Eibar. En las filas malaguistas fue Chupete el que tuvo la oportunidad de romper las tablas, primero con un disparo que salió cerca del poste y, a continuación, en un remate con la testa que se perdió desviado cuando ya se cantaba el gol en las gradas. Joaquín por la banda izquierda logró romper la defensa rival en un par de ocasiones, aunque las incursiones no fructificaron en los remates posteriores. El calor y la humedad fueron haciendo mella en ambos conjuntos, que llegaron exhaustos al final del choque con tablas en el marcador. No se pudo ver el Málaga ofensivo con juego alegre de la pretemporada, en gran medida por el trabajo defensivo del Eibar, pero el conjunto de Pellicer sumó un punto ante un difícil rival en el estreno liguero y tendrá el próximo domingo una nueva oportunidad de lograr el triunfo en La Rosaleda ante la Real Sociedad B.